Sueños

Una mañana ella se despertó, se estiró perezosamente y se levantó. Abrió las cortinas, la ventana y dejó que el aire fresco de la mañana la envolviese en un abrazo.

 

Abrió los ojos. Sabía que ese día sería diferente. Sonrió y dejó de lado toda la negatividad que la había envuelto en su vida. Un brillo de decisión pasó por su mirada y se dispuso a vivir ese día como si fuese el último.

 

Si no lo encontraba hoy, ya no sería nunca más

 

***

 

Él se despertó, aunque si lo miraras a los ojos no podrías encontrar algo que realmente distinga entre estar despierto o seguir sumergido en sueños…

 

Al parecer, ya no existía algo que lo reconectara al mundo de los vivos

 

Sin embargo, al salir de la casa, una suave brisa lo recorrió, como si estuviese dándole fuerzas. Cerró sus ojos, agradecido con recibir tan delicado regalo de lo alto.

 

Volvió a abrir los ojos, pero esta vez brillaban suavemente. Al fin podía sentir, muy en su interior, que algo iba a cambiar la rutina de su vida y, sintiéndose en paz en mucho tiempo, sonrió levemente, asombrando a más de uno que lo veía por el camino

 

Si no la encontraba hoy, no sería nunca más

 

***

 

No era su propósito, pero ella salió tarde al trabajo. Para rematar, se le quedaron las llaves de su oficina en la casa, así que de una u otra manera no habría forma de entrar a cumplir con su horario de trabajo

 

Una llamada al jefe y listo… No creo que ponga problemas cuando incluso llego a trabajar sábados y domingos”- pensó, tratando de mantener el optimismo. Llamó por celular a su jefe y, como supuso, no encontró alegatos que le amargasen el día. Se sabía afortunada y con mayor razón dejó que ese día se diesen las cosas.

 

Me da pena volver a casa… Creo que me tomaré un café helado antes”- se dijo y se dirigió a la cafetería local, donde venden siempre el mejor café

 

***

 

Él sí lo hizo a propósito

 

Dejó que pasara el bus, ese mismo que lo dejaría a tiempo en la Universidad para el primer bloque de clases. No le gustaba esa clase y mucho menos la aglomeración de esa hora. Sabía que si se esforzaba y se conseguía la materia, podría pasar igualmente el ramo… Y no, no es que él se considerara afortunado, sino que sabía que tenía la suficiente inteligencia para lograr sus propósitos.

 

Tomó el bus siguiente y se bajó poco antes de la Facultad. Caminó tranquilamente, sabiendo que las cosas se darían por más razones que por simple deseo…

 

Sólo que no vio con quién se topó

***

 

Ella caminaba relajadamente, sintiendo la calidez de los rayos del sol sobre su cabeza. De vez en cuando cerraba los ojos, mientras tarareaba una canción.

 

Tan feliz iba, que no se dio cuenta de con quién se topó. Chocó y se cayó, golpeándose en su espalda. Soltó un quejido, pero no tuvo tiempo para reclamar pues se quedó paralizada observando al otro

 

Ojos castaños chocaron con otro par de ojos grises y tuvo q morderse los labios para evitar saltar de alegría

 

¡Era él!

 

***

 

¡Era ella!

 

No pudo evitar manifestar por su mirada la alegría que sentía al encontrarla al fin, luego de tanto tiempo, pero su gentileza fue primero y se acercó a ayudar a la mujer

 

“¿Estás bien?”- preguntó, preocupado

“Sí, gracias”- dijo ella y se puso de pie:- “Siento haber chocado contigo”

“No, yo también estaba distraído”- dijo, mientras trataba de no sonrojarse con la mirada sincera de ella

 

No sabía qué más decir… Ni siquiera se atrevía a preguntar por su nombre, temiendo que toda esta situación se desvaneciera como en sus sueños

 

“Oye… ¿Y si me acompañas a tomar café?”- escuchó su voz, sacándolo de sus pensamientos:- “Bueno… Si es que no estás ocupado”

 

Él la miró y no encontró rastro de que estuviera bromeando, ni siquiera si era un gesto de lástima o algo parecido

 

“Ahm… De acuerdo”- dijo y juntos se fueron a la cafetería

 

Y no sería la última vez

 

***

 

Muchos cafés después, muchos encuentros más tarde ambos comenzaron a conocerse mejor y a compartir confidencias y secretos.

 

Ya no eran él o ella. Eran Chris y Aura

 

“Y dime… ¿No piensas entrar a la Universidad?”- preguntó él, mientras estaban en la misma cafetería de siempre

“Aún no tengo el dinero suficiente para entrar… Además, siempre hay cursos para quien quiera hacer algo rápido”- respondió ella, mientras bebía un sorbo de su café

“Oh, vamos… Es muy aburrido ir cuando tú estás trabajando”- le reclamó, haciendo que ambos rieran calmadamente

 

Pagaron su café y salieron a caminar hasta llegar a la pequeña plaza que se encontraba cerca. Se recostaron en el pasto y se abrazaron sutilmente

“Aura…”- dijo él, mientras miraba al cielo

“¿Sí?”- preguntó ella, volteándose para mirarlo

 

Él se acomodó y la apegó a su pecho, gentilmente

 

“¿Tú crees en la fuerza de los sueños?”- preguntó, mientras acariciaba la mejilla de su amada

 

Ella levantó su rostro y se topó con la mirada de él y sonrió

 

“Es imposible que yo no crea en su fuerza… Mucho más cuando fue a través de los sueños que supe que te encontraría”- respondió, mientras acercaba su rostro al de Chris y le daba un gentil beso en los labios

“¿Sí?”- preguntó él, con una leve sonrisa:- “Es raro… También fue en sueños que supe que te encontraría”- replicó él

“Entonces creo que tendríamos que dar gracias a quien nos juntó”

“No… Porque sé que fueron nuestros corazones los que se llamaron para estar juntos… ¿O no lo crees así?”

 

Ambos se miraron con ternura, mientras enlazaban sus manos y se abrazaban nuevamente, mientras ese agradecimiento fluyó solamente a través de un dulce y cálido sueño.

 

Sí, sus corazones se habían llamado primero por sueños. Ahora estarían juntos en la realidad, orando siempre para que su unión sea eterna o que, si sus caminos se separan nuevamente, al menos pudieran estar sus corazones juntos, en sueños…

 
 
 
 
 
 
 
 
 
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