Sensless

Estaba cansado, sumamente cansado.

No era sólo el hecho de tener que buscar los horrocruxes, muchas veces arriesgando su propia vida. Mucho menos que Ron les haya abandonado en el camino.

El hecho de parecer destinado a ser el héroe del mundo mágico, aún cuando muchas veces todos parecieron ir en contra suya, lo atormentaba cada vez más con pesadillas.

“Harry”- se escuchaba la voz de Hermione:- “¿Seguro que Ya-sabes-quién ya no te atormenta?”

Él negaba con la cabeza, intentando no preocupar a su mejor amiga, a su amor de toda la vida…

Lo peor de todo era precisamente eso. El tener a Hermione a su lado, incluso cuando el corazón de su amiga estuviera realmente con Ron… Y además, el estar supuestamente destinado a estar con Ginny, todo por un sentimiento pasajero que creyó que era verdadero.

Todo parecía orquestado, real y magistralmente orquestado…

Nuevamente se dio vueltas en su saco de dormir. ¿Acaso toda su vida había sido manipulada por otros?

Pensó en su infancia, tan carente de amor. En las diferentes aventuras que vivió año tras año en Hogwarts donde él estuvo cerca de la muerte… ¿Y para qué? Para que sus compañeros le trataran como loco, como si su próximo destino fuese Azkaban o San Mungo…

No debía permitirlo, por ningún motivo.

Se puso de pie rápidamente y salió a tomar aire para aclarar sus pensamientos. Su mente comenzó a despejarse, dándose cuenta que habían cosas que parecían piezas de un puzzle, las cuales empezaban a encajar perfectamente….

Y lo peor de todo… El mayor culpable de todo, a su modo de sacar conclusiones, ya ni siquiera estaba vivo. Odioso Dumbledore…

Cegado por su ira, se concentró en el enlace que compartía con el Mago Tenebroso, sin importar el dolor de su cicatriz o que, por momentos, Voldemort no tuviera la intención de contactarse con él. Al notar que no conseguía su objetivo, pensó en la mejor manera de atraerlo. Concentró su mente hasta hacer aparecer una mano y comenzó a golpear las paredes mentales que el otro poseía, a tal punto que en un momento comenzó a resquebrajarlas.

“¿Se puede saber por qué Harry Potter busca tan vehemente la muerte?”- se escuchó una voz, finalmente

“No busco morir, sólo quiero una solución”- respondió, con el mayor valor posible

“¿Solución? La única solución está en tu muerte y en mi victoria”- replicó Voldemort:- “Continúa con esta conexión y no me costará encontrarte”

“Es la idea… Encuéntrame… Y de paso trae a Snape”

“¿Snape?”

“Sí… Y un poco de veritaserum también, por las dudas”

“Potter… No dejas de sorprenderme… ¿Por qué habría de llevar a Snape? Además ¿es que al fin te has rendido?”

“Horrocruxes… ¿te suena?”

Por un momento la conexión pareció romperse y el de ojos esmeraldas pensó que había tocado algo realmente sensible en su rival. Mas, se esmeró en dejar su mente totalmente abierta y dejar que el Mago Tenebroso se diera cuenta que él seguía ahí

“¿Qué sabes de los horrocruxes?”- se escuchó finalmente

Sin embargo Harry no respondió, sino que se concentró en mantener la conexión abierta y continuar con su trabajo de encajar las piezas faltantes en su vida.

Había pensado en Snape, no tanto por el rencor permanente que tenía contra el profesor de Pociones, sino porque, de acuerdo al recuerdo que había visto en quinto año, él guardaba un gran aprecio por su madre, Lily. Además, tenía una deuda de vida con James Potter y sentía que pese a ese gran odio, igual se esmeraba por acompañar a Harry.

Quizás, detrás de esa máscara de desdén y de leal sirviente de Voldemort, había alguien que en realidad sólo era fiel a Lily Potter y que estaba con Dumbledore para ayudarle en las batallas.

Y si fuera así…. ¿Acaso no era consciente de que tanto él como Dumbledore terminaron tratándolo como marioneta destinado a enfrentar a Riddle, tal como decía la profecía?

Tan sólo el pensar en eso le hizo llenarse nuevamente de rabia…

“Harry…”- se escuchó la voz de Hermione, su Hermione:- “¿Estás bien?”

Él no supo qué responder, en especial sabiendo que la chica no estaría de acuerdo en lo que iba a hacer. Sigilosamente sacó su varita y se volteó rápidamente

“Harry… ¿Qué vas a hacer?”- insistió la chica

“Prevenir que intervengas en esto… Perdóname ‘Mione”- y, sin permitir que la bruja sacara su varita, exclamó:-“¡Petrificus Totalus!”

Granger cayó al instante, con los ojos abiertos de la sorpresa.

Potter se acercó a ella y la llevó detrás de unos arbustos, donde sabía que ella estaría a salvo, aunque seguramente después tendría que aguantar su reproche. Le dio un suave beso en la frente, lo que hizo que los ojos de la chica brillaran más de lo acostumbrado, y la dejó ahí.

Ahora sólo quedaba esperar…

***

“¿Te has despedido de todos, Potter?”- siseó una voz, sacándolo de sus pensamientos

El aludido no necesitó voltearse para saber que su predestinado enemigo ya se encontraba ahí

“No tengo de quien despedirme, Tom, porque sé que viviré”- respondió el joven, con una sonrisa confiada

“Cuanta confianza, Potter”- se escuchó la voz de Snape:- “Tan arrogante como siempre, igual que tu padre”

Al escuchar aquella voz, el de ojos esmeraldas dirigió su mirada al profesor, el cual se asustó al percibir que esta vez lo miraba fríamente, con un brillo similar al Avada Kedabra

“Creo que de una vez por todas tendré que demostrarle que no soy como mi padre, es más, debería mencionar más a mi madre, ¿no cree?”- y, sin dejar que Snape permitiera penetrar sus pensamientos, exclamó:- “¡Desmaiaus!”

Como no pudo anticiparse, la maldición le llegó de lleno, lanzándolo hacia el suelo

“Buenos reflejos, Potter”- dijo Voldemort:- ¿Y el veritaserum?

“Para asegurarme de algo… Que nos conviene a ambos”- respondió Harry, mientras comenzaba a hurgar las cosas de Snape:- “¿Sabes si tendrá algún antídoto?

“Siempre ordeno a mis mortífagos que tengan un antídoto, por las dudas”- replicó el Mago Tenebroso, con una pizca de orgullo

“Bien, ahora tengo que buscar más cosas”- y siguió hurgando en la túnica del profesor hasta encontrar dos pequeños frascos, las que entregó a Riddle

“¿Y qué es lo que quieres averiguar?- insistió el otro

“Si mis sospechas son absolutamente ciertas”- y, luego de encantar las cuerdas para que sostuvieran firmemente a Snape, hizo que él bebiera de la poción y luego murmuró:- “Rennervate”

El profesor despertó y miró con ojos vacíos a los otros dos

“¿Eres tú Severus Tobias Snape?”- comenzó Voldemort

“Sí”- respondió el profesor, con voz neutra

“¿A qué te dedicas en la actualidad?”- preguntó Potter

“Soy Director dela Escuela Hogwartsde Magia y Hechicería”- respondió

A Harry no le gustó la idea, pero prefirió concentrarse en lo central

“¿Cuál era tu relación con Dumbledore?”- preguntó, finalmente

Por un momento, pareció que el profesor luchaba contra los efectos de la poción, sacando una sonrisa triunfante de Potter y una mirada preocupada de Voldemort

“Él… Él me acogió cuando mis esperanzas parecieron perdidas”- respondió, finalmente

Ambos quedaron perplejos ante la respuesta

“¿A qué te refieres?”- preguntó el de ojos rojos

“Cuando cometí el error de decir lo que había escuchado de la profecía, me di cuenta que la persona que estaba en mayor peligro era Lily Potter y yo…”- seguía luchando por no contestar- “Yo la amaba, más que a cualquier otra persona en el mundo entero”

Se escuchó un toque de emoción en las palabras del maestro, pero al terminar su voz volvió a estar neutra, comprobando que aún seguía bajo el efecto del veritaserum

“Y si amabas tanto a Evans… Aún cuando permitiste que yo la matara… ¿Por qué aparentaste seguir a mi lado? ¿Por qué no te quedaste definitivamente con Dumbledore?”- reclamó Voldemort, con un toque de ira en sus palabras

“Porque mi deber era protegerte, Potter, ya que no fui capaz de proteger a Lily como se debía”- y vio rencor en las palabras del profesor:- “Aún cuando en el último año realmente creí que Dumbledore se había pasado de la raya”

Potter y Voldemort se miraron mutuamente. Sabían que Dumbledore estaba algo loco, ¿pero de ahí a pasarse de la raya, según Snape? Tenían que seguir preguntando

“¿Qué te pidió hacer Dumbledore?”- preguntó Voldemort

“Me pidió que ayudara en todo lo posible a Potter para que destruyera los horrocruxes, aún cuando dentro de él existe un horrocrux más, que mi Lord no pudo preveer”- respondió, con un toque de ira

Ambos se miraron mutuamente… Entonces, ¿era por eso que Harry podía hablar con las serpientes? ¿Por eso existía esa conexión con Voldemort que hasta ahora no podían explicarse?

“Ya veo… Severus”- siseó:- “¿Y Dumbledore quería que ambos nos enfrentáramos en un legendario duelo hasta que ambos cayéramos muertos?”

Snape tragó un poco de saliva antes de contestar

“Esa… Esa era su idea”- respondió, dubitativamente

Voldemort notó que el efecto del veritaserum se estaba terminando y lanzó un Stupefy al maestro antes que intentara decir algo más. Miró a Potter y éste le correspondió la mirada con una sonrisa irónica

“¿Ves? Te dije que no podías matarme”- dijo el de ojos esmeraldas, con expresión de triunfo

“Sí, ya me di cuenta… Pero aún puedo matar a tus amigos, partiendo por esos Weasley”- replicó el otro

“Mientras sean Ron y Ginny, no hay problema”

“¿Ah?”

Harry se acercó a él, a una distancia suficiente para que la cicatriz no le doliera demasiado

“Mira, Tom, ambos sabemos que quieres conquistar el Mundo Mágico, al menos el de Inglaterra, siguiendo por Europa… Yo, por mi parte, supuestamente debo derrotarte, pero a estas alturas no me interesa porque, al igual que tú, quiero vivir… Pero, si me quedo acá y si doy muestras de vida, sé que Ginny querrá estar conmigo y Ron con Hermione, pero…”

“Ah, te interesa esa sangre sucia”- dijo el Mago Tenebroso, con ironía

“Voldemort, en serio, no me gusta la idea de combatir contra ti, pero al menos te pido que respetes a mi Hermione”- e, inconscientemente, sacó su varita

“Oh, vamos, Harry, no es para molestarse tanto, ¿no crees?”

Pese a que seguía enfadado, Harry guardó nuevamente su varita y puso sus manos en los bolsillos

“Y bien, Harry, ¿qué me propones para ganar tú libertad y el de tu compañera?”- preguntó Riddle

“Hermione y yo nos iremos a Norteamérica. Hay varias escuelas de magia que son mejores que Hogwarts y quiero que tanto ella como yo mejoremos en magia. Te doy una lista con aquellos que deseo que sean protegidos… Bueno, a menos que ellos quieran combatir, y yo te dejo acceso libre para que conquistes Inglaterra… Incluso Europa, si te da la gana”- dijo, como si no importara

“¿Y qué gano yo con esto?”- replicó el de ojos rojos

“Bueno, la profecía nunca se cumpliría, porque ambos no nos vamos a matar. Serías inmortal, como deseas y además, si pasa el tiempo y veo que has hecho un buen trabajo, puede que regrese… E incluso te ayude”- y una sonrisa traviesa se manifestó en el rostro del más joven

“¿Y por qué querrías ayudarme?”

“Ah, algunas rencillas con muggles, otros magos que realmente me han hecho la vida imposible…”

El Mago Tenebroso pareció pensarlo por algunos momentos hasta que tomó su decisión, aunque se podía ver en sus ojos el poco deseo de cumplir con aquella petición

“Muy bien”- e hizo aparecer un pergamino, pluma y tinta:-“Escribe aquí el nombre de las personas que deseas que sean protegidas y yo lo copiaré para que mis mortífagos no les hagan daño… A menos que ellos se involucren en el combate”

“De acuerdo”

Con mucho cuidado escribió los nombres del señor Weasley, Bill, Charlie, Fred y George. Luna y su padre también fueron incluidos, por toda la ayuda que recibió en el quinto año. Finalmente escribió los nombres de Tonks y Lupin, aunque en su corazón presentía que no serviría de mucho, aunque debía hacer el intento.

“Ahí están. Como te darás cuenta, no son tantos los que requieren protección, ya que la mayoría de mundo mágico está lleno de hipócritas y malagradecidos. Con ellos puedes hacer lo que se te de la gana”- dijo el de ojos esmeraldas y entregó el pergamino

“De acuerdo. Entonces ahora me marcho… Disculpa el apuro pero, ya sabes, hay todo un país que conquistar”- y sonrió macabramente

“Sí, sí…”- y se acercó a Hermione:- “Yo, en tanto, tengo algunas memorias que remover. Sólo espero que no dañe su cerebro, ya que su inteligencia es muy útil, para ambos”

“¿Le harás creer que es sangre pura también?”

“Puede ser, ya que borró los recuerdos de sus padres. No quiero que sufra demasiado…”

“Potter, realmente no sé qué has hecho en Gryffindor, si más pareces un Slytherin…”

“Ahora que lo dices… El Sombrero Seleccionador quiso ponerme en Slytherin. Pero si no hubiera vivido todo esto, probablemente no habría conocido al amor de mi vida… A diferencia tuya, para mi hay cosas más importantes que el poder…”

“Chico insolente…”- e intentó sacar su varita

“Recuerda, estamos en tregua. Llévate a Snape y yo cumplo mi parte”

“De acuerdo… Hasta algún día, Potter”

“Hasta siempre, Voldemort”

Y Quien-No-Debe-Ser-Nombrado desapareció.

Harry regresó al lugar donde se encontraba Hermione, y para su sorpresa, ya se había desencantado y lo miraba con ojos llenos de tristeza

“¿Por qué?”- preguntó, antes de comenzar a sollozar

Él la acogió en sus brazos, pese a que ella intentó liberarse algunas veces, y de vez en cuando sentía cómo ella lo golpeaba en el pecho por la rabia y el dolor que sentía

“Perdóname, ‘Mione, pero ya no tiene sentido todo esto, ¿puedes comprenderlo?”- dijo

Ella asintió, entre hipidos

“No puedo soportar la idea de continuar con esto cuando es muy posible que pueda perderte”- continuó, y con sus manos comenzó a acariciarla dulcemente:- “Sólo ahora puede darme cuenta cuánto te amo, y cuán poco soportaría estar lejos de ti”

“Lo sé, Harry, pero ahora estoy muy confundida”

“Si sé… Pero esto te ayudará a aclararte”- y la apuntó con su varita para decir luego:- “Obliviate”

Y Hermione no supo más. Cayó inconsciente mientras en su mente desaparecían los recuerdos de Ron y de lo que escuchó en aquel momento, todo para vivir su nueva vida junto a Harry. Él, en tanto, la tomó firmemente en sus brazos y desapareció para estar luego en Gringotts para cobrar el dinero guardado y luego ir al aeropuerto de Londres a iniciar su nueva vida…

***

Diario el Profeta

¡Voldemort conquista Inglaterra!

¡Comienza la cacería de muggles!

¿Dónde está el-niño-que-vivió?

Una pareja revisaba el diario inglés con cierta diversión

“Van a seguir buscándote, ¿sabes?”- dijo la mujer

“Que sigan. Al fin y al cabo no importa cuánto me busquen… Si ya pronto volveremos a Inglaterra”- dijo el hombre y la besó apasionadamente

Harry Potter, de 20 años y Hermione Granger, de la misma edad, terminaban de tomar su taza de café y junto a Lily Luna, su pequeña hija de 2 años, salieron rumbo al aeropuerto de Nueva York, listos para ver en primera persona las consecuencias de su decisión. Aquella decisión que los convirtió en personas libres y felices de una vez y por siempre