Cierro los ojos, tratando de no pensar en ella, sino que en su futuro. Quiero protegerla de todas las amenazas que puedan dañar su felicidad, la pureza de su alma y el futuro que se avecina.
Sé que es cobardía de mi parte, pero cómo podría decirle que deje a un lado a Endymion y se quede conmigo, sabiendo que tiene su destino prácticamente sellado en piedra y que eso me quita toda posibilidad de estar con ella tal como yo lo deseo…
Debo ser una tonta… Alguien que supuestamente maneja tan bien el arco y la flecha, he quedado flechada por completo por aquella a quien juré proteger y, para evitar manifestar mi dolor y mi amor, prefiero molestarla y burlarme de ella.
Prefiero que se moleste conmigo un momento, antes que me aparte de su lado por ser sincera y mostrar mis sentimientos.
“¿Pasa algo?”- escucho la voz de Nicholas desde la puerta
“Nada importante… Ahora deja concentrarme”- respondí, algo seca
No me importa si él sale triste de aquí. Hace tanto que insiste en querer estar a mi lado, pero yo sólo puedo pensar en el amor y el deseo de dar mi vida por mi amada Serena…
Suspiro mientras dejo que la calidez del fuego sagrado intenta calmar mi espíritu y concentrarme en mi misión.
En eso siento cómo unas cálidas y suaves manos tapan mis ojos, deseando sorprenderme, mas yo sé perfectamente de quién se tratan, pues no hay caricia más suaves que el de ella
“Adivina quién llegó temprano”- escucho su voz y mi corazón parece derretirse ante el juego que ella me pone
“Serena tonta”- dije, tratando de mantener mi máscara bien puesta y ella se aparta de mi, mientras miro que sus ojos, siempre alegres, ahora muestran algo de tristeza:- “¿Qué? ¿Acaso te fue mal en la cita con Darien?”
Ante eso veo que sus ojos se ponen llorosos y le hago un gesto para que venga a mi regazo a llorar. La trataré de tonta, pero ella sabe que siempre estoy ahí
“No sé… Darien es tan frío conmigo… Quisiera tanto que en vez de hablarme tanto de sus estudios y de sus sueños, se dedique a mí, que se dé cuenta que quiero que me abrace, que esté a mi lado…”- y solloza desconsolada en mi abrazo.
Quisiera tanto decirle que se olvide de alguien así, que mejor se fije en mí y que deje a un lado el destino… Pero, por más que quisiera, soy totalmente consciente que las demás Senshis se pondrían en nuestra contra, simplemente porque creer en un futuro ya escrito era más sencillo, en especial porque así era más fácil entender el porqué de tantas batallas. Por lo tanto, sólo quedaba fingir calma y calmar a mi Princesa, sin importar las dagas que llegaban directo a mi corazón, sin importar que sólo me quedaba estar ahí, molestándola, ya que era mi propia manera de demostrar mi amor infinito por ella…
“Serena… Es cierto que él a veces puede ser frío, pero estoy segura que él desea estar a tu lado y que todo lo que hace es para tu bienestar”- le aseguro
“Pero desearía que en vez de pensar tanto en un bienestar futuro se preocupara de mi ahora”
Sonrío ante su alegato, pero no puedo permitir que mis sentimientos sean más fuertes que mi deber
“No deberías quejarte tanto, ¿o es que acaso no quieres ver a Rini en el futuro?”- le reitero
Sus ojos brillan con expectación y algo más brillantes
“Eso quiero”- me dice
“Entonces, para alcanzar lo que deseas, sé paciente”- le digo
Ella asiente y, de la nada, me abraza efusivamente
“¡Gracias!”- me dice con una sonrisa
“No agradezcas tanto, Serena-tonta… Lo hice simplemente para que dejaras de lloriquear”- respondo, como siempre
Y, tal como espero, ella lloriquea aún más fuerte
“¡Qué mala eres!”
Yo sonrío, mientras más flechas se clavan en mi corazón. La amo, pero seré feliz si veo que al fin ella alcanza la felicidad.