De todas las cosas que había probado en el mundo, Kain Highwind nunca había probado algo tan raro y a la vez tan potente, como era el vodka.
Se acordaba que le había preguntado al bartender en qué consistía ese licor. El otro sólo alzó los hombros y no respondió. Quizás era por su claro acento baroniano, o porque tenía desconfianza natural con aquellos que venían fuera de Mysidia, no obstante, no fue capaz de responder.
No le dio importancia al asunto, tomó otro sorbo y se dedicó a mirar a la dancer que se encontraba en el pequeño escenario del lugar.
Craso error
No sabía si era efecto del licor, las potentes luces de neon que acompañaban el movimiento de la mujer o si simplemente estaba tan ansioso de estar nuevamente con compañía femenina lo que hacía que cada movimiento de ella fuese seguido casi hipnóticamente. Con su mirada, el dragoon seguía el baile casi como si estuviese obligado a ello, olvidando desde el porqué estaba ahí, hasta que él seguía bebiendo alcohol, como si el baile, la mujer y todo lo que hubiera en el bar le forzaran a ello.
Y, sin darse cuenta, se había quedado dormido…
Ahora, despierto, en estado Pig y sin remedios o raciones, no le quedaba otra que huir del enemigo, como si fuese cualquier otro mortal…